Salud mental ¿Para todos?

 Salud Mental ¿para todos?

La madurez suele ser tomada como indicador de salud mental, sin embargo, creo que fue Erick Erickson el que dijo que el maduro es el ser más apreciado de la civilización, pero el más escaso. 

Sabemos que lo sano es tener una gran complejidad sentimental, que nos de acceso a todos los sentimientos y pasiones, sin que ninguno de ellos llegue a instalarse como un pathos hegemónico que mineralice la vida, sino que permita la eventual emergencia de un saludable componente caótico e impredecible  en nuestro comportamiento. 

Sin embargo, sin enfermos mentales la vida sería chata y aburrida. Si algún loco no se hubiera atrevido a lanzar piedras a la luna, a lo mejor no tendríamos la NASA de nuestros días y su formidable exploración del cosmos. Sin la profunda melancolía de Ramos Sucre nos habríamos perdido los mejores poemas escritos en Venezuela. La mayor parte de la literatura y la música de todos los tiempos procede de un profundo y auténtico tono melancólico, no pocas veces mórbido.  Sin las auras temporales de Distoievsky no hubiésemos conocido sus extrañas revelaciones que tanto nos ayudan a comprender la profundidad del alma humana. Gracias a las crisis parciales complejas de Van Gohg podemos ver con mayor gusto el color de los girasoles  del sur de Francia.  El bizarro general José Antonio Páez, sin ninguna duda epiléptico con horror a las serpientes, nos enseñó los límites del arrojo y la valentía. 

Hay entonces, momentos de intensa y abrasadora  iluminación que solo pueden ser conocidos a través de la locura o de la tristeza más profunda. 

La humanidad está en deuda con el daimón que atormentaba a Sócrates y que lo hacía entrar en trances de profundo y revelador arrobamiento.

Debemos cuidar mucho a nuestros locos, son una fuente insondable de sabiduría para conocer el alma humana, así como para recorrer nuestras  más graves debilidades y más sólidas fortalezas.

¡Oh locos del mundo, Oh Caballero de la Triste Figura, ayúdenme a iluminar un poco mis equilibrados sesos y concédanme algo de vuestra insensatez para comprender el mundo!

CRM